domingo, 6 de febrero de 2011

Sostenibilidad en Silicon Valley

La imagen corporativa vende mucho en la actualidad. Por eso muchas empresas han adaptado sus discursos publicitarios hacia la sostenibilidad. Y Silicon Valley, la Meca de la alta tecnología en Estados Unidos, no iba a ser menos.


Como muchos sabréis, Silicon Valley es una zona industrial de alta tecnología que se encuentra en el estado de California.  En ese inmenso país, los Estados Unidos, donde hay mucho escepticismo respecto al cambio climático, California se desmarca como un estado que nada a contracorriente, con proyectos de ley que pretenden establecer unos límites de emisiones de CO2. California no es moco de pavo por dos claves: es el más poblado del país y tiene la industria cultural más potente del planeta, Hollywood.

Pues aquí se encuentra nuestro Silicon Valley, el hogar de empresas tecnológicas tan importantes como Hewlett-Packard, Intel, eBay, Microsoft, Yahoo!, Electronic Arts o Google, por mencionar sólo algunos ejemplos conocidos. Y son estas mismas empresas las que, contagiadas por el espíritu ecológico de California y, por qué no decirlo, porque queda muy bien para venderse, se han sumado a la adopción de medidas sostenibles.


Googleplex: ciudad ecológica

El gigante Google es un paradigma. El buscador más importante de Internet tiene un área en Silicon Valley llamado Googleplex, un enorme campus de unos cuarenta edificios. Pues bien, la mayoría de los vehículos que circulan por él son coches híbridos. Sobre todo, el modelo Prius de Toyota. Hasta el punto que se han convertido en un símbolo de estatus y compromiso. Como quien lleva un Mercedes Benz, vaya. Y con el valor añadido de que son menos contaminantes.

La responsabilidad medioambiental asumida por Google  también ofrece un alternativa de transporte todavía más sostenible y más tradicional: la bicicleta. Esa moda que se está implantando en cada vez más ciudades españolas (tras el éxito del Bicing de Barcelona), también se ha asentado en el campus del buscador virtual. Las bicicletas son gratuitas, de uso libre.

Sin embargo, no todo iba a ser bonito. Y menos para una empresa tan grande como Google, que tiene sus detractores, en un sentido u otro. En el ámbito ecológico le han criticado a menudo que el buscador obliga al usuario a gastar mucha energía por su fondo blanco, color que emite una luz muy agresiva y potente. De hecho, ya sacaron alternativas con el fondo negro, como Google Black.

Desde la empresa optaron por el convencional blanco porque, según ellos, el negro molesta a la vista y el ahorro energético no es muy importante. Cuestionable, al tratarse de un servicio usado por millones y millones de internautas. De todos modos, Google ha asegurado que compensan todas las emisiones de carbono a la atmósfera derivadas de su actividad. ¿Cómo? Pues ha invertido hasta 33 millones de euros en pequeñas empresas de innovación referentes a energías renovables, como la energía solar y la geotérmica.


Cimientos sostenibles

Calstar Products no es una empresa tan conocida como Google, pero sí ha contribuido en los cimientos de Silicon Valley. Sí, sí, literalmente. Esta compañía investigó en la creación del ladrillo de bajo consumo, cuya fabricación reduce el consumo energético usando hollín procedente de carbón quemado en centrales eléctricas (sustituyendo la arcilla como elemento básico). Además, su proceso de producción requiere temperaturas de calentamiento menores, con lo que llega a suponer un ahorro de hasta un 90% de energía respecto a los “tochos” de toda la vida.


Facebook vs Greenpeace

En Silicon Valley los paneles solares son una de las grandes apuestas. Todo un ejemplo de que la tecnología puede (y debe) aliarse con la sostenibilidad. Pero también hay empresas que se han llevado una colleja de organizaciones sensibles con el cambio climático. Es el caso de Facebook, que tiene sede en Palo Alto, una de las ciudades que conforman Silicon Valley. La red social anunció la construcción de un centro de datos en Oregon que sería abastecido con energía procedente del carbón. Y Greenpeace puso el grito en el cielo (y en Facebook, con la creación de un grupo de protesta en la propia red social, a modo de virus parasitario que ataca desde el interior).

Al margen de la procedencia de la energía, Facebook ha adoptado “criterios de eficiencia energética para su nuevo edificio y toda la energía en él será energéticamente eficiente”, tal y como leemos en la propia web de Greenpeace. Pero eso no quita que los centros de datos sean grandes derrochadores de energía para alimentar los ordenadores (o servidores), equipos de refrigeración, etc. Es uno de los lados oscuros de las redes que agrupan a tantos millones de usuarios, y de Facebook especialmente por reunir millones y millones de datos (imágenes, comentarios, etc.) de nada menos que 500 millones de internautas.

Por eso, Greenpeace le ha exigido a Facebook compromiso con el medioambiente y que para ello utilice energías renovables para el funcionamiento de sus miles de servidores. Aunque sólo sea por egoísmo, por ofrecer una cara amable a sus millones de usuarios. Y es que una empresa tan grande como Facebook debe asumir una responsabilidad educadora para con la sociedad. Greenpeace opina que Mark Zuckerberg debería aprovechar su carisma para presionar a los gobiernos estadounidenses para que apliquen medidas que conduzcan a un futuro más verde.

Como vemos, la tendencia en Silicon Valley es hacia el uso de energías limpias, siendo Google uno de los máximos impulsores. Pero todavía queda mucho camino por avanzar. Como siempre, los ciudadanos somos los que tenemos más fuerza para presionar a las empresas hacia un camino u otro con nuestros consumos, a modo de recompensa, y con nuestros desusos, a modo de penalización.

DATOS:
jose luis lizcano
C.I.: 19.135.909
SECCION:2
ASIGNATURA: EES
Articulo obtenido de: http://ecolosfera.com/sostenibilidad-ecologia-silicon-valley/

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